Un puente utiliza los dientes fuertes a ambos lados de un espacio para actuar como anclajes. Estos dientes sostienen un diente hecho a medida que llena el espacio, restaurando la línea y la función naturales de la sonrisa.
Cada puente está meticulosamente elaborado con porcelana de alta calidad para que se mezcle perfectamente con los demás dientes. Restaura su capacidad de masticar con confianza y evita que los dientes vecinos se muevan con el tiempo.